lunes, 21 de abril de 2008

El Acueducto de los Milagros



Aunque el más conocido de los acueductos romanos de la Antigua Hispania, y quizás uno de los más representativos del Imperio Romano, sea el de Segovia, me gustaría llamar la atención sobre otro no menos importante, situado en la ciudad extremeña de Mérida. Se trata del llamado acueducto de los milagros, y su importancia radica no sólo en el hecho de ser un ejemplo bastante significativo de la importancia que tuvieron las obras públicas en el Imperio Romano, sino en la trascendencia que ha tenido esta obra en siglos posteriores.

Al analizar la arquitectura romana, es indispensable hablar siempre de las infraestucturas y las comunicaciones. En efecto, los romanos supieron ser pragmáticos, y para dar cohesión cultural a tan vasto imperio, se hacía necesario unificarlo y tenerlo bien comunicado. La gran cantidad de calzadas, puentes, acueductos y demás obras públicas que salpican el territorio europeo y norteafricano así lo atestiguan. En el caso español, conservamos obras de calidad notable. Como decimos, el caso más conocido en lo que a acueductos se refiere en España lo constituye el de Segovia, en admirable estado de conservación. Sin embargo no es el único. Recordemos la importancia que tuvo Emerita Augusta durante los siglos de presencia romana en la Península Ibérica. Ideado para traer agua a la ciudad desde el cercano embalse de Proserpina, tiene la particularidad de disponer de tres arcadas entre los machones, que elevan la altura del conjunto. Esta particularidad no pasó desapercibida para los musulmanes llegados a nuestro territorio siglos después, ni tampoco la utilización bícroma de los ladrillos. Ambas soluciones fueron llevadas a la práctica en el interior de un edificio tan importante como la Mezquita de Córdoba, en cuyo interior se ideó el mismo sistema, para así elevar la altura del haram o espacio para orar. Recordemos

Así que es justo reconocer en esta obra emeritense la importancia durante su tiempo, pero también la influencia ejercida en obras posteriores de gran categoría

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Visitar tu blog es como revivir tus clases, es como si te oyese explicándolo jeje. De hecho todavía me acuerdo de cuándo estabamos viendo este acueducto en clase y te pregunté cómo funcionaba y me dijiste que el agua iba todo el rato cuesta abajo hasta llegar a la ciudad.

Un saludo Gonzalo.

Javi.

Anónimo dijo...

Son fascinantes las obra de ingeniería romana, no sólo por la calidad e inventiva sino por su belleza. En mi facultad de arquitectura siempre se dió mucha importancia a éste acueducto, por toda la repercusión que tuvo en culturas posteriores.
Enhorabuena por este blog, es realmente interesante y didáctico.

Gonzalo González dijo...

Javi, esta bien eso de recordar las clases de Arte, ¿no? Espero que al menos sean buenos recuerdos. Un abrazo

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails